Quiste pineal
Es importante diferenciar los quistes pineales de los tumores pineales.
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El traumatismo craneoencefálico (TCE) puede definirse como cualquier lesión física o alteración funcional del contenido craneal provocado por una variación brusca de energía mecánica sobre el mismo. Esta definición incluye cualquier causa externa que pudiese provocar fractura craneal, conmoción, contusión, hemorragia o laceración del cerebro.
Las causa más frecuente de traumatismo craneoencefálico son los accidentes de tráfico, seguido de las caídas y los accidentes relacionados con el deporte o las actividades de recreo.
Cualquier traumatismo craneoencefálico que tenga una repercusión en el nivel de conciencia o se asocie con sintomatología neurológica (cefalea brusca, náuseas o vómitos, dificultad para el lenguaje, parálisis motora, epilepsia, cambio de comportamiento…) debe ser valorado en un centro médico.
Los síntomas de presentación dependen del tipo de TCE (difuso o focal) y la parte del cerebro que esté afectada. La valoración clínica sobre la gravedad de un traumatismo craneoencefálico se establece en función de la Escala de Glasgow, que incluye la valoración de tres parámetros: la capacidad para hablar, la función motora y la movilidad ocular. Según la puntuación en esta escala podemos diferenciar TCEs leves (Glasgow 15 o 14), TCEs moderados (Glasgow 13 – 9) y TCEs graves (Glasgow 8 – 3)
El diagnóstico del TCE se basa en la historia y valoración clínica así como en los resultados de las pruebas de Neuroimagen:
El traumatismo craneoencefálico debe entenderse como una entidad heterogénea que precisa de un manejo multidisciplinar. Este manejo incluye la actividad preventiva, la atención prehospitalaria, la asistencia en servicios de urgencias, la terapia médica intensiva en unidades de cuidados intensivos capacitadas para pacientes neurocríticos, las intervenciones neuroquirúrgicas específicas, así como terapias de rehabilitación funcional y cognitiva. En las últimas décadas hemos asistido a una reducción drástica en la tasa de mortalidad relacionada con los traumatismos craneoencefálicos. Esta reducción se debe a la acción sinérgica de multitud de factores: mejoras en la asistencia prehospitalaria, más rápida detección y evacuación de hematomas intracraneales incluyendo el desarrollo de nuevas técnicas neuroquirúrgicas, mejoras en los cuidados neurointensivos, aparición de novedosos dispositivos para la monitorización de la presión intracraneal, osmoterapia y prevención de complicaciones infecciosas.
Es importante diferenciar los quistes pineales de los tumores pineales.
El dolor lumbar es uno de los síntomas más frecuentes en el ser humano y constituye por tanto uno de los motivos de consulta más frecuentes.
Un tumor cerebral frecuente que se puede curar con cirugía.
El nervio facial es un nervio craneal, el séptimo de los 12 pares de nervios craneales que se originan en el troncoencéfalo.
La mayoría no provoca síntomas y no requiere tratamiento.
El dolor de la columna cervical afecta aproximadamente al 10% de la población y tiene múltiples causas
Es la causa más frecuente de demencia reversible.
La causa adquirida más frecuente de mielopatia cervical en mayores de 55 años es la mielopatia cervical espondilótica (cervicoartrosis).
Un tumor cerebral que en la mayoría de casos tiene un pronóstico excelente.
Los fármacos antiagregantes y anticoagulantes favorecen el desarrollo de esta patología.
Son tumores infrecuentes, de crecimiento lento, y que afectan por lo general a pacientes jóvenes.
La columna es la parte del esqueleto que se afecta con mayor frecuencia por diversas enfermedades causando graves repercusiones funcionales para el paciente.